Tengo muy buenos recuerdos de mi infancia, adolescencia y de mi vida en general. Recuerdo que de niña aprendí a dibujar antes que a escribir, una vez en un examen pinté unas hojas con trazos firmes y al tratar de escribir mi nombre, se nota un trazo infantil. Un día mi madre me enseño a trabajar con el papel carbón, aparecieron dibujos míos por todas partes, hasta en el baño. En una ocasión, por error coloqué el papel carbón al revés y si darme cuenta el dibujo que intenté pintar apareció como una imagen invertida, – esa fue mi primera experiencia de lo que después serian mis grabados. Siempre he vivido junto al mar, mi infancia en el Estado Falcón, Península de Paraguaná. A los 12 años asistí a mi primer curso de dibujo con el profesor Yugoslavo Marcos Hawrilac. Hoy me alegro de haberlas aprovechado al máximo. A los 16 años, volví a recibir clases de dibujo, esta vez con el profesor Raúl Ragio, él me dio las herramientas para fortalecer el trazo. Los ejercicios que me enseñó no dejé de practicarlos nunca y hoy en día se los enseño a mis alumnos.
Posteriormente vino un período en el que no recibí clases en esta área ya que me dediqué a hacer carrera universitaria. Durante los estudios universitarios, las representaciones de mis observaciones al microscopio y los dibujos en el laboratorio de anatomía era el único contacto que tenía con el dibujo, ellos eran muy detallados y completos. Ya para este momento empleaba en mi uso cotidiano pluma fuente y rápido Graf con tinta china en negro y sepia para mantener y ejercitar el pulso, aplicando lo aprendido durante la adolescencia y que he seguido haciendo hasta hoy. Al graduarme empecé a buscar nuevos horizontes en el Arte. En el Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez, visité una exposición de Pintura China que me impactó, se afianzó en mí el gusto por la acuarela y la tinta china. Junto con mi madre elaboraba pequeñas prendas en plata y nácar. Asistí a clases de dibujo y pintura con Maestro Asdrúbal Marcano. Estuve un año trabajando con diferentes técnicas en blanco y negro; a lápiz, carboncillo hasta llegar a la tinta china, la influencia de la aguada china seguía vigente. Posteriormente (1989) recibí clases con el Profesor Carlos Bouquet, quien a su vez había sido alumno del Maestro Pedro Centeno Vallenilla, con el aprendí la tendencia hacia el figurativo y las técnicas del óleo y el acrílico. También recibí instrucciones de Juan Vicente Tovar, experto en acuarela y tintas.
Luego en el año 1990, inicié cursos libres de dibujo, pintura, escultura, grabado al acido, y esmalte sobre metal, entre otros, en la escuela de Arte Rafael Monasterio de Maracay. Ese mismo año comencé a participar en exposiciones colectivas.
En el año 1993 casi a los diez años de labor, comencé a recibir reconocimientos en Salones; en el año 1994 realice mi primera individual. Para ese entonces tuve mi primer contacto con la Orfebrería bajo la dirección del maestro Víctor Bachar, de él recibí instrucciones detalladas acerca de las diferentes técnicas del grabado al acido nítrico con diferentes metales. La Xilografía la aprendí por mi cuenta, investigando y practicando libremente. Actualmente tomo clases con el maestro orfebre Ursi Galletti además de participar en el programa Acreditación por experiencia en la Universidad de las Artes.
La propuesta plástica que me ocupa en este momento viene dada por el aprendizaje y ejercicio constante que he tenido durante largo tiempo con los animales, la disección de cadáveres, su preparación, autopsias, uso de peces para presentación de clases de Ictiopatología, recolección de muestras y su análisis en el laboratorio para detección de enfermedades, proceso de preparación de huesos de animales para elaborar armazones esqueléticas y su exhibición en laboratorios de anatomía, en síntesis es parte de mi experiencia como Médico Veterinario y que al concatenarla con el Arte surge un trabajo libre, espontáneo y creativo en donde amalgamo lo aprendido y la necesidad de expresarme a través de una obra donde el Arte y la Ciencia ineludiblemente se conjugan.
En mi trabajo plástico, se percibe una atmósfera cálida, suave, con trazos ligeros y libres, líneas que se desdibujan como si se desprendieran de si mismas hasta perderse en el dibujo. Generalmente trabajo con tintas y acuarelas creando mi propia técnica. Habitualmente mi paleta ronda la gama de amarillos, ocre y terracotas grises hasta llegar la negro, pero cuando decido usar el color lo hago con colores fuertes y brillantes como un estallido de color. Se siente en mi trabajo una carga de sentimiento, pasión, sensibilidad, obedeciendo a ese grito interno que me mueve a sacar desde adentro lo que quiero decir sin tapujos ni rodeos. Mi obra se desarrolla en un mundo sin tiempo, mágico, recóndito, que algunas veces dejo ver a través de ventanas que abro al espectador para que este pueda hacer libre interpretación de lo que percibe. Trabajo con elementos tomados de la naturaleza, fibras, plumas, huesos, tierra, arena, cera de abeja, algas, maderas de barcos, redes, metales, es decir juego con el objeto encontrado y lo incorporo a mi obra. Otras veces juego con la fantasía, la ilusión y el ensueño, creando seres imaginarios a quienes voy dándoles vida propia e inventándoles una fábula a todos y cada uno de esos aliados imaginarios. En mi reciente muestra Individual CALIDOSCOPIO emito un canto al Amor, presento a la mujer en su propia esencia, en la búsqueda y el encuentro de su yo interior, en la exploración de su feminidad, en su soledad y en el placer de amar y sentirse amada.
También exhibo allí una colección de colages en donde juego a mi antojo con mis dibujos, barajándolos y entremezclándolos hasta presentar una serie de obras que describen mi mundo íntimo. En cuanto a la intencionalidad de mi obra es deliberada y causal, se percibe en su realización una coherencia en cuanto a los temas tratados y un mensaje que muchas veces está encubierto para que sea descubierto por aquél espectador que logre compenetrarse con la obra y logre develarlo. Además siempre exhibo una propuesta conservacionista: “La preservación de la vida en el Universo, el Ser Humano en su individualidad y en su relación con los otros y con el mundo, sin dejar a un lado los animales, a la flora y los elementales, como algo ineludible para mantener la vida en nuestra Madre Tierra.
He comprendido que “Soy Científica – Artista” y es cierto: “soy una sola cosa”, en mi se funden dos grandes ramas del saber y debo honrar ese proceso. Sucede que la vida me ha dado la oportunidad de tocar esos dos extremos y fundirlos en uno solo. No ha sido tarea fácil, he tenido que “romper paradigmas”, luchar con los dos bandos, porque el uno no quiere dejarme ir y el otro en un principio me vio como una intrusa, creyendo era un capricho pasajero, tuve que ser tenaz y firme en mi finalidad. Hoy siento que aunque me falta mucho por caminar estoy en la senda correcta; de la misma manera siento que estoy haciendo lo que mi libertad real me inspira hacer. Finalmente siento que es preciso que lo que realice lo haga con amor y esmero sin preocuparme por lo que el mundo espere de mí, es primordial que deje salir “el quien” que esta dentro de mí y lo deje libre.